miércoles, 30 de julio de 2008

Miguel Sebastián quiere que ahorremos

Miguel Sebastián va camino de convertirse en el ministro de los gestos, porque en esta democracia mediática que disfrutamos y con un gobierno convencido de que es más importante la propaganda que la gestión para mantenerse en el poder, ha decidido regalarnos unas políticas de símbolos más que de decisiones y realidades. Su primer gesto destacado fue llegar al Congreso sin corbata. No se le ocurrió solicitar del presidente de la institución o de la mesa de la cámara que dispensara a los trabajadores de la misma de acudir sin corbata, al menos durante de los meses de verano, para poder mantener la temperatura del edificio unos grados más alta de lo habitual (por contra se les permitiría permanecer con abrigo y bufanda durante los meses de invierno para poder soportar temperaturas interiores más próximas a las exteriores). En fin, no pensó en nadie más que en si mismo, en su comodidad y en lo bien que quedaría tal gesto de cara a la galería. A mi lo que me sugirió en su momento fue saber si había acudido al Congreso en su coche oficial o en metro. Si comió en su casa o en un restaurante a costa del erario público (que es la desagradable forma de llamarnos a los que pagamos impuestos). Y alguna pregunta más que no pondré aquí por no resultar impertinente. Pues bien, ahora nos ha salido con la genial idea de que se ha acabado la energía barata y que debemos ahorrar, debemos conducir más despacio, debemos cambiar las bombillas de incandescencia convencionales por las de bajo consumo, debemos comprar coches eléctricos, debemos, debemos, debemos. Y es cierto, debemos ahorrar, pero cuando el PP le dice que deben reducir los gastos, ellos se salen por peteneras y dicen que no piensan recortar el gasto porque quieren ayudar a los que peor lo está pasando. Y no deberían reducir el gasto social, es más, no van a poder aunque lo pretendan porque si algo traen las crisis es aumento de gasto social. Ahora bien, uno es lo que dicen y otra cosa lo que hacen pues para su emblemática, oportuna y tan necesaria ley de dependencia ya han anunciado que de los 400 millones de euros prometidos sólo piensan dar 200 millones. En fin, otro ejemplo más de que prefieren la propaganda a la gestión. El actual gobierno nos cuesta más dinero que el anterior, tiene más ministerios y más altos cargos. ¿Por qué no recortan por ahí? ¿Por qué no les ponen a todos los altos cargos un límite en los cargos a su tarjeta de crédito de, por ejemplo, el 90% de lo gastado el año anterior. Sería un ahorro del 10% sobre una partida sustanciosa. ¿Por qué no limitan el tiempo de emisión de las cadenas públicas de televisión, nacionales y autonómicas, cerrando, por ejemplo, entre la 1 y las siete de la madrugada? Se ahorraría mucha energía y dinero y hay suficientes cadenas privadas como para no sufrir demasiado con ese recorte. ¿Por qué no se ha ahorrado el PSOE la fiesta de los 100 días de gobierno? Habría ahorrado mucha energía. ¿Por qué no ahorran en folletos publicitarios, publicaciones de autobombo ministerial, publicaciones de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos? Ahorrarían dinero y energía. En fin, si el señor Sebastián quiere ahorrar tiene mucho que hacer en su casa, quiero decir, en la administración (nacional, autonómica y local) antes de venir a cargar el peso de los problemas sobre nuestros hombros. Y que no se preocupe tanto, que ya ahorramos. ¡Qué remedio! Cuando la gente saca menos el coche porque ya no le llega el dinero a fin de mes ahorra mucho más que conduciendo a 90 kilómetros por hora en la autopista. Lo ahorra todo. Kennedy dijo en una ocasión "no preguntes lo que EEUU puede hacer por ti, pregúntate más bien qué puedes hacer tú por EEUU". Nuestros políticos han tomado ese lema, le han dado la vuelta y gobiernan bajo la premisa de "a ver que pueden hacer los ciudadanos por este país ya que yo no pienso hacer nada al respecto".

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