miércoles, 17 de septiembre de 2008

Patetismo nacional

La estrategia del gobierno y del PSOE, valga la redundancia, ante la crisis consiste en repetir machaconamente varios argumentos. El primero es el de nosotros no hemos sido, la culpa de la crisis es de EEUU (¡vaya suerte! poder echarle más culpas al imperio). El segundo es que hay que ser optimista porque el pesimismo es malo y crea desconfianza. Y el tercero es que el PP, con sus críticas al gobierno, es pesimista, crea desconfianza en la economía española y perjudica a todos los españoles con su actitud alarmista y derrotista.


Entre tanto la economía española se deteriora, la patronal calla porque espera las ayudas del gobierno si los problemas aumentan, porque nuestros empresarios son muy liberales y confían mucho en el mercado, pero confían más en las subvenciones y en las ayudas de la administración. Los sindicatos que ven cómo aumentan las listas del paro y cómo las previsiones del gobierno se incumplen una tras otra dicen confiar en las medidas anunciadas por Zapatero. ¿Qué dirán cuando las cifras del paro de los próximos meses continúen imparables al alza?


y querer tener siempre la Al menos ahora se han vueltos implacables con los terroristas y su entorno y, como ya no hay tregua, han decidido no dar cuartel a los que les apoyan. Pero con eso sólo dan argumentos a la izquierda abertzle y a los abertzale no tan de izquierdas. No se puede actuar por oportunismo político y querer tener siempre razón. O lo hacían bien entonces o lo hacen bien ahora. Las dos a la vez no puede ser.


Pero Zapatero es un artista del fingimiento y puede decir en Rodiezmo, ante sus bases, que no ayudará a las empresas, porque a quien va a ayudar es a las personas que tienen dificultades por culpa de la crisis y a los pocos días decir en el Congreso que el ICO está haciendo todo lo posible por solventar las dificultades de financiación de las empresas.


Hace cuatro días decía que era extraordinario tener superávit en las cuentas públicas y que éramos los mejores y dos días más tarde nos dice la suerte que tenemos de que podemos endeudarnos para seguir adelante. Es como si a una familia le dijeran que está fenomenal porque tiene dinero ahorrado en el banco y tres meses más tarde le dijeran que está fenomenal porque sólo tiene deudas. Así es Zapatero.


Y el PP es tan torpe que todavía no ha sabido explicar a nadie que cuando pide que el gobierno disminuya los gastos no debe bajar las pensiones, ni las ayudas sociales, ni nada parecido, que lo que debe reducir son los asesores que proliferan como hongos, los coches oficiales, las tarjetas VISA de los altos cargos y un sinfín de cuantiosos gastos improductivos que eran dificilmente explicables en los buenos tiempo, pero que son sencillamente escandalosos cuando pintan bastos.


En fin, todo tremendamente patético.

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