domingo, 14 de diciembre de 2008

Zapatero no te abandonará a tu suerte

Llevo tiempo sintiendo un cierto vacío en el estómago cada vez que oigo a nuestro Z y demás personajes del gobierno decir sin sonrojarse que no va a abandonar a su suerte a los que sufran las consecuencias de la crisis. Y es que si algo me indigna sobremanera es la desfachatez de nuestros políticos para mentir sin que se les mueva un sólo músculo de la cara. Supongo que tenerlo petrificado ayuda en estos casos.

En la misa de este domingo en la parroquia de San Lorenzo, y no por primera vez, el párroco nos ha advertido de las dificultades que atraviesan algo más de cuarenta familias de la parroquia a las que Cáritas parroquial ayuda económicamente todos los meses a salir adelante. Las cifras aproximadas son que en las colectas mensuales en la citada parroquia, en favor de Cáritas, normalmente el primer domingo de cada mes, se recaudan unos 1.600 Euros (también es interesante saber que la recaudación ha disminuido últimamente) y que las ayudas a esas algo más de cuarenta familias asciende a unos 3.500 Euros. Según el sacerdote se les ayuda a pagar la renta y a resolver las necesidades más elementales y, seguramente que para solventar eventuales prejuicios, añadió que no se trataba de emigrantes, sino de familias gijonesas.
Para quien no sea de Gijón, hay que aclarar que la Parroquia de San Lorenzo está en el centro de la ciudad, no está en un barrio obrero, ni marginal, ni de población excesivamente envejecida. Es más, según dijo, alguna de esas familias lleva a sus hijos al catecismo de la parroquia, es decir, que son parejas jóvenes con niños pequeños.

Si esto ocurre en esta parroquia, ¿qué estará ocurriendo en otras parroquias de barrios más desfavorecidos? Se preguntaba el párroco.
Y esto mismo me pregunto yo. Y también me pregunto, si el próximo año todos coinciden en que será todavía peor, ¿qué ocurrirá el año que viene?.

Por eso, cuando escucho a Z decir que no van a abandonar a las personas a su suerte, ¿qué quiere decir exactamente? ¿que les dará la dirección de la parroquia más cercana? ¿quienes son los que realmente no están abandonando a la gente a su suerte? ¿el gobierno?

Las personas que pierden su trabajo cobran el subsidio por desempleo durante un tiempo, al que tienen derecho legalmente, y después una ayuda familiar que no resuelve las necesidades más elementales de una persona, menos de una familia. Todo eso no es concedido de manera graciable por Zapatero, ni siquiera por el gobierno, es algo a lo que tenemos derecho legalmente. Pero, a partir de ahí, ¿qué están haciendo nuestros gobernantes para no abandonar a esas personas a su suerte? Me gustaría mucho que nos lo explicaran despacito y claramente.

Hasta ahora sabemos que el gobierno ha establecido un plan de ayuda a los bancos porque era necesario generar liquidez, pero como no se atrevieron a establecer mecanismos de control se han encontrado con que los bancos tienen una desconfianza total en el futuro próximo de nuestra economía y siguen sin soltar un duro. ¿Falta de liquidez? Yo diría que exceso de miedo. Las ventas de coches han caído en picado, las de viviendas igualmente y el consumo también ha descendido espectacularmente. ¿Dónde está ese dinero que no se gasta? No todo se explica por el descenso de ingresos de las personas que se han ido al paro. Pues bien, ese dinero está en los bancos y éstos lo mantienen a buen recaudo sin atreverse a prestarlo porque no confían en que se lo vayan a devolver. La morosidad está aumentado rápidamente y no están dispuestos a asumir más riesgos. Y yo no puedo reprocharles nada. Pero lo que sí reprocho es que el gobierno en las dos subastas ya realizadas les haya adjudicado 18.000 millones de Euros. ¿Para qué? ¿A quién benefician? ¿No será que los bancos han ido a las sedes de los partidos con los recibos de los créditos que éstos tienen pendientes?. ¡Bah, seguro que no!

También ha dispuesto nuestro gobierno unos cuantos miles de millones de euros para que los ayuntamientos realicen obras que generarán empleo. Pero, no nos engañemos, empleo temporal, de corto recorrido y para realizar obras que, seguramente, muchas de ellas ni siquiera redundarán en beneficio de los ciudadanos, que somos los que pagamos todo eso. Ya he puesto el ejemplo del ayuntamiento de Gijón, que construirá dos campos de hierba sintética en la Escuela de Fútbol de Mareo, propiedad nominalmente del ayuntamiento, pero de uso exclusivo del Sporting de Gijón. ¿Ése es el mejor destino de nuestro dinero? ¿Cuántas obras como esas se realizarán por toda España?

Lamentable uso de nuestros impuestos. Cada vez más este nuevo despotismo de los partidos sigue con su máxima, falsa por supuesto, de todo para el pueblo pero sin el pueblo. La frase más exacta es todo el dinero del pueblo para lo que nosotros digamos.
Los impuestos siguen como están y subirán, claro, porque con ellos habrá que pagar todo este derroche y con ellos nuestro gobierno gasta cantidades de escándalo en medidas para reactivar la economía que no reactivan nada. Los impuestos municipales también suben muy por encima del IPC (el ayuntamiento de Gijón subirá sólo un 9% el IBI cada año durante los próximos diez años, cuatro veces más que la inflación admitida por el gobierno). El transporte urbano ha subido sus precios cuando los combustibles estaban por las nubes, pero, ahora que han bajado, los precios de los billetes no lo han hecho, ni lo harán.

Pero, tranquilos, que nadie se alarme, si alguien tiene problemas el gobierno, que para eso es socialista, seguirá ayudando a las bancos y a las empresas, y al que lo necesite le dará la dirección del centro de Cáritas más cercano.

Por cierto, la patronal sigue reclamando abaratar el despido para crear empleo. Supongo que pronto pedirán que suban los tipos de interés para que las empresas pidan más créditos, que suban los combustibles para mejorar el transporte o que aumente el impuesto de sociedades para crear más empresas. Son así, es su naturaleza. Creen que la economía de mercado es aquella en la que las empresas reciben toda clase de ayudas y subvenciones y los trabajadores un recurso de usar y tirar. Lo único que les produce cierto desasosiego es que no saben todavía quién comprará sus productos si los trabajadores se van al paro y no tienen dinero. Pero ya pensarán en eso en otro momento, que ahora están totalmente dedicados a sacar sus empresas adelante.

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