martes, 9 de diciembre de 2008

¿Políticos o forofos?

Publicaba La Nueva España de hace unos días un artículo de D. Iván Álvarez Raja, secretario de organización del PSOE de Gijón, titulado “New Deal”. No era de esperar que D. Iván criticara la labor del gobierno de Zapatero, pero su artículo superaba con creces la postura del militante convencido y contenía todos los ingredientes del forofo más acérrimo.

Decía a raíz del Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo que había
anunciado Zapatero que éste “está marcando la agenda y la iniciativa, no sólo a nivel nacional, sino internacional, entre los gobiernos europeos y americanos, preocupándose no sólo de Wall Street, sino también de main street. Que Obama tome nota.”

Casi nada al aparato. El mundo entero debe mirar asombrado cómo nuestro presidente del gobierno marca la agenda del mundo mundial y diseña los planes que sacarán a la
economía de nuestro planeta del marasmo en el que está sumida.


En el párrafo anterior se atribuía a sí mismo y a otros sin identificar, pues hablaba de “algunos”, que ya habían advertido “hacía ya meses” de que la situación económica mundial no podía ser más que el preludio de
grandes males si no se actuaba con rapidez”.
Lástima que no fuese capaz de convencer a Solbes o al mismo Zapatero de lo que se nos venía encima, y que éstos, hace meses, negaran sistemáticamente las dificultades y afirmaran que nuestra economía estaba mejor preparada que ninguna para salir adelante.


Más adelante decía en su artículo que los cuarenta y ocho millones que le corresponderán al municipio
de Gijón, sumados a los setenta del presupuesto municipal, van a suponer el revulsivo definitivo para este concejo y nos habla de arquitectos, ingenieros, empresas, gabinetes desempleados, en fin, un sin número de personas que
encontrarán su salvavidas en las obras que se acometerán gracias a los dineros que Zapatero tan sabiamente ha sabido poner a disposición de los ayuntamientos.
En sus propias palabras la cosa suena mucho mejor: “Si en el2009 ya estaban previstos más de 70 millones de euros de inversión municipal, toda una cifra récord viendo lo que pasa en otros lares, ahora tendremos otros 50 millones más para traer cuanto antes la recuperación económica que el mercado por sí solo no va a solucionar.”


Y finalizaba su artículo afirmando que “Sin duda, el año 2009 será el año de la recuperación. Lo será con el esfuerzo de todos , y con este nuevo reparto, este New Deal del presidente Zapatero, todos vamos a salir ganando cuando veamos nuevos parques y jardines, calles renovadas, equipamientos deportivos y culturales, nuevas iniciativas empresariales e
industriales, generación de empleo, actividad económica y vertebración de la
ciudad.”
Qué lastima que nadie se hubiera dado cuenta antes de que sólo necesitábamos 8.000 millones de Euros para salir de la crisis y poner a España y a todos sus municipios en la cima del mundo. Por ese precio habría valido la pena haberlo hecho ya el año pasado, o el anterior. Si se hubiera hecho hace cinco años, cuando Zapatero llegó al gobierno, descontada la inflación, nos habrá salido mucho más barato.


Este artículo venía en una de las primeras páginas del periódico y, si yo hubiera sido sensato, tendría que haberme dejado llevar por la euforia que me había contagiado el artículo del Sr. Álvarez Raja y, en lugar de seguir leyendo el periódico, tendría que haber corrido raudo y veloz a celebrar con el resto de mis conciudadanos el advenimiento del nuevo orden mundial liderado por Z. Pero seguí leyendo y lo que más me extrañó fue que los proyectos que se anunciaban con los dineros que Z nos había destinado consistían en un polideportivo, una guardería, se ampliaría el parque de Los Pericones, se harían dos campos de hierba artificial en Mareo (¿en nuestro Mareo? ¿en el que compró el Ayuntamiento al Sporting y donde se debe pagar para entrar a ver hasta un partido de benjamines si no eres socio del Sporting? ¿a ése que utiliza en exclusiva el equipo de nuestros amores sin abonar ni una modesta y simbólica
renta? Pues si, parece ser que en ese Mareo, no en la parroquia y para uso y disfrute de todos los gijoneses) y se mejoraría la cubierta de El Molinón.
Y con esto y un bizcocho se terminó la gran inversión del siglo y la nunca vista recuperación económica.


Pero aún seguí leyendo, y se hablaba un día más de la revisión catastral y se recordaba que, salvo errores, que se procurarían subsanar, el IBI sólo debería subir un 9% el próximo año, y así cada año durante diez. Es decir que el IBI, el año próximo, sólo subirá cuatro veces más que la inflación prevista para este año que estamos a punto de finalizar.
Y aún leí más, y llegué a las páginas de economía y en ellas nos decían que Naval Gijón cerraba definitivamente gracias a la maravillosa gestión de PYMAR, que es un ente público destinado a gestionar astilleros en crisis y que, vista la gestión, con Naval Gijón cualquiera desearía que gestionase todas las empresas en crisis de nuestro país. ¡Qué tome nota Obama! para resolver los problemas de General Motors o Ford.


Y todavía más. El otro astillero de nuestra bahía perdía la construcción de varios barcos que se harán en otros astilleros de la empresa. No está de más recordar que este astillero fue privatizado por el gobierno de Zapatero ante el silencio ominoso de nuestros políticos locales y, seguramente, en contra de la opinión del Sr. Álvarez Raja, pues como él afirma en su artículo “(…)era necesario recuperar el papel de lo colectivo frente al imperio falsamente liberal del mercado libre en el que no se premia a los mejores, sino
a los más pillastres (…)”
Su labor contraria a la privatización de este astillero debió de ser tenaz, pero callada, porque aunque debo reconocer que no lo sigo con la devoción que debiera, no recuerdo haber leído ningún artículo suyo en contra de esa medida. ¡Qué raro!


En fin, y para terminar, que las noticias económicas venían, desgraciadamente, a poner las cosas en su sitio.
El pasado treinta de noviembre, el que, a estas alturas, considero ya mi amigo, D. Iván publicaba otro artículo que titulaba con la frase que Clinton dedicó a Bush padre “Es la economía, estúpido”. Pues bien, yo termino parafraseando a Clinton, pero me ahorraré el insulto: ¡es la realidad, Iván!.

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